Caso Madeleine McCann: el principal sospechoso le confesó a un compañero de celda sus delitos más oscuros
Laurentiu Codin estuvo en la misma cárcel que Christian Brueckner cuando ambos cumplían prisión preventiva. Aseguró ante el tribunal que el acusado del crimen le confesó haber secuestrado a una nena en Portugal.
Madeleine McCann desapareció en mayo del 2007 mientras dormía en la habitación de un hotel de Praia Da Luz, en Portugal, durante unas vacaciones con sus padres. Christian Brueckner es el principal sospechoso de habérsela llevado aquella noche. Sin embargo, la versión no pudo confirmarse y, por lo tanto, no hay acusación formal que lo implique con el caso. Ahora, un compañero de celda declaró que el hombre le confesó el secuestro de una nena en un departamento portugués durante un robo.
Laurentiu Codin, de 50 años, estuvo en la misma cárcel que Brueckner cuando ambos cumplían con prisión preventiva en el año 2020. Durante una audiencia en el tribunal Tribunal Regional de Braunschweig, declaró que el sospechoso le “confió cosas sobre su pasado” y le preguntó si él también había cometido delitos contra menores. “Me dijo todas estas cosas con la esperanza de que yo también fuera un pedófilo”, declaró.
Codin reveló que Braunschweig era muy repetitivo con las preguntas sobre los delitos por los que su compañero de celda estaba en prisión. Puntualmente, quería saber si involucraban a menores: “Cada vez que hablábamos, volvía a eso”, señaló y agregó que el sospechoso siempre le decía “Dime, no tienes por qué cuidarte”.
En una de las tantas conversaciones que tuvieron durante el tiempo compartido tras las rejas, el acusado le confesó que había secuestrado a “una nena” durante un robo en Portugal. “Se habló de una niña, no sé si era verdad o no lo que dijo. Dijo que tenía un colectivo y que la había llevado con él”, detalló.
En ese momento, el juez le preguntó sobre la edad de la menor a la que se refería, “no quiero equivocarme, pero era muy joven, diminuta. Quiero decir joven”, respondió Codin. A su vez, reveló que Brueckner le dijo que había secuestrado varias niñas, pero que se quedó sólo con algunas de ellas. También le contó que había abusado de ellas en un colectivo de su propiedad después de secuestrarlas.
“Dijo que se quedó con algunas, pero con otras no, pero nunca dijo que las había matado. Estamos hablando de niñas, no de niños. No de todas a la vez, siempre de una en una. Me habló de dos. Dijo que se había llevado a una, había tenido sexo con ella, pero no la había matado”, declaró el testigo.
Otro dato escalofriante que lo vincula aún más con la desaparición de Madeleine McCann, es que según el testimonio de Codin, el sospechoso le contó que se encontraba en una zona de hoteles para gente rica, cuando advirtió que había una ventana abierta en una de las habitaciones e ingresó en búsqueda de dinero. “Dijo que no encontró ningún dinero, pero encontró a una niña y se la llevó. Y que dos horas después, había policías y perros por todos lados, así que se fue fuera del área”, detalló.
También le contó que llegó a quemar un coche para ocultar sus huellas: “Me dijo que estaba allí en Portugal con otra persona y que prendió fuego a un auto o contrató a otra persona para que prendiera fuego a un coche en Portugal “, aunque no especificó si fue durante el mismo secuestro o en otro momento.
El testigo reveló que Brueckner estaba muy preocupado por las posibles evidencias que pudiera haber dejado en la escena de un crimen y que le planteó sus dudas. El sospechoso le preguntaba si sabía si se podía rastrear a una persona por su cabello o si podía dejar un rastro al trepar por un balcón. También le preguntó “si se puede extraer ADN de una niña de los huesos bajo tierra”.
Codin contó que Brueckner llegó a pedirle que quemara su guarida en la fábrica de cajas cuando él salió de prisión. Los investigadores de Alemania siguieron esa pista y registraron la propiedad mencionada, donde encontraron archivos de almacenamiento y discos duros, pero hasta el momento no se reveló su contenido ni su relación con el caso.
Actualmente, Christain Brueckner está siendo juzgado en Alemania por delitos sexuales cometidos entre 2000 y 2017 en el Algarve. Si bien fue nombrado como el principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann en 2020, nunca fue acusado formalmente. La declaración de su compañero de celda podría dar un giro en la causa y avanzar sobre la reconstrucción de lo ocurrido con la niña inglesa durante la madrugada del 3 de mayo en Portugal.
El caso Madeleine McCann
Madeleine tenía 3 años cuando desapareció del hotel donde dormía junto a sus dos hermanos mellizos, mientras sus papás, Kate y Gerry McCann, comían en un restaurante del mismo complejo, en Praia da Luz, al sur de Portugal. El sitio en donde cenaban los adultos estaba situado a unos 50 metros de la habitación en la que descansaba la nena.
Los padres se encargaban de vigilar a los menores cada 20 o 30 minutos, se levantaban de la mesa y revisaban que todo estuviera bien, hasta que a las 22:00 la mamá alertó que la chiquita no estaba en el cuarto.
El hecho ocurrió el 3 de mayo del 2007, durante unas vacaciones familiares que terminaron de la peor manera. La persona que se llevó a la niña no dejó rastros y nadie en el complejo escuchó nada sospechoso aquella noche.