Vacunarse contra el dengue en invierno: una estrategia clave para llegar protegido al verano
Especialistas en infectología remarcan que el invierno es la mejor oportunidad para iniciar la vacunación contra el dengue, ya que el esquema completo requiere dos dosis con 90 días de diferencia. La meta es llegar al verano con inmunización total para reducir los casos graves.
A medida que el dengue se instala como una amenaza permanente en Argentina, y ya no solo como un fenómeno estacional o tropical, los especialistas advierten sobre la urgencia de prevenir la enfermedad con herramientas eficaces y disponibles. En ese contexto, destacan la importancia de comenzar la vacunación en pleno invierno para alcanzar la inmunidad completa antes del verano, cuando se dispara la circulación del virus.
La vacuna tetravalente requiere dos dosis separadas por un intervalo de 90 días. “Quienes se vacunen ahora y completen el esquema en primavera, llegarán a la temporada de mayor riesgo con protección total”, señaló el Dr. Pablo Bonvehí, jefe de Infectología del Hospital Universitario CEMIC. Esto resulta especialmente relevante, ya que el último brote del dengue dejó cifras históricas, con más del 83% de los casos registrados en 2023 y 2024 concentrados en esos dos años.
La Dra. Florencia Cahn, de la Fundación Huésped, subrayó que “la segunda dosis no es un refuerzo, sino parte del esquema completo. Una sola aplicación no alcanza la inmunidad necesaria para evitar cuadros graves o internaciones”. También recordó que la infección por dengue puede agravarse en una segunda exposición al virus, especialmente si es con un serotipo distinto.
La vacuna, desarrollada a partir del serotipo DENV-2 y diseñada para ofrecer inmunidad cruzada, demostró una reducción del 84% en hospitalizaciones y del 61% en casos sintomáticos en estudios clínicos masivos como el TIDES, que involucró a más de 20.000 personas en ocho países. Además, mostró eficacia tanto en personas previamente infectadas como en aquellas sin antecedentes.
En Argentina, la vacuna está disponible desde noviembre de 2023 para mayores de 4 años, con prescripción médica obligatoria. Está contraindicada para embarazadas, mujeres en período de lactancia y personas con inmunodeficiencias. Si bien algunas provincias ya la incorporaron para grupos específicos, también puede conseguirse en vacunatorios privados y farmacias, con opciones de cobertura por parte de prepagas y obras sociales.
El contexto epidemiológico respalda esta estrategia: desde 2010 los intervalos entre brotes se acortaron notablemente, y desde 2023 el dengue ha mantenido circulación viral incluso en invierno en regiones como el NEA. Además, el virus se expandió a zonas sin antecedentes, con la región Centro —CABA, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos— concentrando más del 50% de los casos en 2024.
La Organización Mundial de la Salud y la OPS insisten en que la vacunación debe complementarse con estrategias como la eliminación de criaderos, el monitoreo ambiental y la atención clínica oportuna. Sin embargo, la inmunización se consolida como una herramienta de impacto individual y comunitario.
“La experiencia de los últimos brotes nos enseña que el dengue llegó para quedarse. El invierno no es una pausa, es una oportunidad”, sintetizó la Dra. Cahn. Frente a un virus impredecible, vacunarse hoy es anticiparse a lo que vendrá.